La kentia es una palmera exigente en cuanto a luz. Soporta muy bien condiciones de penumbra, pero se desarrolla mejor en condiciones de mucha luz; nunca sol directo, prefiere la luz cenital, es sensible a los cambios.
En cuanto al riego soporta mejor la sequía que los riegos excesivos.
La kentia requiere temperaturas lo más constante posibles, preferiblemente alrededor de los 24ºC.